martes, 4 de noviembre de 2014

Ideas millonarias vs. buenas ideas!!!

El día de hoy, tuve una reunión en el trabajo y uno de los ejemplos que se utilizó por parte de los ponentes, fue el como a veces, damos soluciones que pueden ser extremadamente complicadas a los problemas que tienen nuestros clientes. El ejemplo que él utilizó fue el como la necesidad de querer hacer anotaciones pueden ser solventadas con un papel o con un laptop.  (complicadas y/o costosas pueden ser en algunos contextos sinónimos, sobre todo desde el punto de vista del cliente). Esta reflexión, me hizo recordar, no solo el correo que había compartido con ustedes del columpio, sino de otro ejemplo que ha sido muy utilizado para ejemplificar este tipo de situaciones y no es más que una leyenda urbana que tal vez para muchos es conocida y que hoy simplemente les refresco....


Acá les dejo la leyenda:


Una popular leyenda urbana cuenta que, enfrentada al hecho que los bolígrafos no podían escribir en ingravidez (la tinta del bolígrafo se podría ver afectada y no fluiría del bolígrafo al papel), la NASA gastó una gran cantidad de dinero para desarrollar un bolígrafo que pudiese escribir en las condiciones experimentadas durante un viaje espacial (el resultado supuestamente fue el Fisher Space Pen), y lo lograron luego de varias inversiones millonarias, pues el bolígrafo no sólo escribía en este ambiente y bajo esta situación, sino que lo hacía también en papel grasoso e incluso en cualquier ángulo de escritura, haciendo que el astronauta lo pudiese utilizar en cualquier momento y en cualquier posición, haciendo de este bolígrafo una solución perfecta. (perfecta??)

Mientras esto sucedía en Estados Unidos, los cosmonautas rusos, en su afán por ganar la carrera espacial, también se enfrentaron a la misma problemática e implementaron, no una, sino hasta 3 soluciones distintas al mismo problema: usaron lápices de grafito, lápices de cera e incluso portaminas. Todas estas soluciones ya existían y sólo fueron aplicadas a la solución de una necesidad puntual, permitiendo la inversión de esos millones utilizados por Estados Unidos en un bolígrafo, en temas más importantes necesarios para poner al hombre en el espacio.

A modo de reflexión: 


1.- El ser innovadores no significa necesariamente hacer que una idea millonaria sea la que solucione un problema, pues el reutilizar una idea ya existente que se acople a mi necesidad actual también es una buena y eficiente forma de resolver un problema (si ya se inventó la rueda, por qué reinventarla?).

2.- Tenemos que entender que siempre que querramos montar un proyecto habrán problemas, algunos como consecuencia de querer ejecutar el proyecto, otros de una naturaleza tal que puedan impedir que logremos la meta. Saber diferenciarlos es parte de nuestra labor. En el mismo ejemplo de la competencia espacial, es como  comparar el problema de hacer que un bolígrafo funcione bajo las condiciones antes mencionadas (y hacer de este problema una pesadilla) vs. calcular la energía necesaria para poner un cohete en la luna y conseguir el combustible que pudiera resolver este problema. El primero es un problema derivado de mi ejecución, el segundo uno que puede sacarme de competencia. Entender esta diferencia puede ser fácil visto en este ejemplo pero al estar inmersos en un proyecto, podemos caer en el error de sentir que TODO es un problema y que TODO me afecta de igual manera y que TODO debo solucionarlo de manera urgente. Tener problemas, menores o mayores, siempre pasará, negarnos a esta realidad es negarnos a la naturaleza de la vida misma. El tener la inteligencia para saber cuánto tiempo, esfuerzo, neuronas y dinero invertiremos en cada solución es en dónde está nuestro aporte e inteligencia. 

A modo de aclaratoria de los hechos vs la leyenda urbana:   

La NASA nunca contactó a Paul Fisher, creador del Fisher Space Pen, para desarrollar un bolígrafo, así como él tampoco recibió financiación alguna del gobierno para desarrollar el bolígrafo. Fisher lo inventó independientemente y después pidió a la NASA que lo probase. Tras la introducción del AG7 (bolígrafo espacial), tanto la agencia espacial estadounidense como la soviética (posteriormente rusa) lo adoptaron.

Espero que haya sido de tu interés....

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