Para algunos de ustedes debe ser conocido que
me gusta ir temprano al Ávila (aunque
lastimosamente mi frecuencia es menor de lo que quisiera), y en varias
oportunidades me pasaba que al subir, sobre todo los lunes, había algo que me
ponía de mal humor… La basura.
Creo que la cantidad de personas que sube el
Ávila durante el fin de semana y que busca despejarse de la ciudad, hacer
ejercicio, liberarse de la selva de concreto o simplemente salir de la
monotonía, no se da cuenta que al subir lleva consigo sus buenas y sus malas
costumbres, y una de esas malas costumbres es botar la basura en cualquier
parte del sendero.
Era común que yo me molestara cada lunes al
subir, pues la cantidad de basura ese día en particular es muy notoria. Además que, no sólo
me molestaba la presencia de la basura, sino de quién viene, pues seguro la
generan aquellos que dicen querer mucho el Ávila. Si hay sentido de pertenencia
también debe haber sentido del cuidado de aquello que "me pertenece".
Pero así como mi molestia típica de los
lunes, hace poco también he notado que con el transcurrir de los días y como
por arte de magia, mi malestar por la basura va bajando en la medida que la
semana transcurre, pues con el pasar de los días, la presencia de ésta se
disminuye. Justo ayer me di cuenta que algo que había visto con frecuencia, pero
que por primera vez tuvo sentido.
En cada subida, me consigo con una persona que
frecuenta esta montaña. Es un personaje característico
porque siempre pasa, ya de bajada, dando los buenos días y llevando
consigo una bolsa de supermercado en la mano.
Probablemente es gracias a esa persona que la
cantidad de basura se ve disminuida, de seguro al bajar empieza a limpiar lo
que otros han dejado, llevándolo de regreso al lugar dónde pertenece, a la
ciudad.
Haberme dado cuenta de esta situación me puso a
pensar en cuánto me había quejado por la basura pero lo poco que había hecho
para disminuirla, al contrario que este desconocido que en silencio y con sus
buenos días y su bolsita ha ido limpiando día a día el verde Ávila.
Hoy rindo homenaje a esta persona, no sólo a
través de estas palabras en el blog sino a través del copiar su buen ejemplo.
Desde ahora subo con mi bolsita de supermercado recolectando la basura que
otros han dejado en el sendero. Ah y también saludo a todos los que me consigo
con los Buenos días!
Gracias héroe desconocido!
falta un "me gusta" en el blog :) siempre es bueno hacer algo más productivo que quejarse.
ResponderEliminarNo he conseguido esa función jejejeje.
EliminarSaludos
Lo que tiene a la humanidad asi como esta no es la accion de las malas personas sino la pasividad o inactividad de las buenas personas o de las personas con buenas intenciones. Es dificil a veces tomar una actitud pro-activa y tratar de resolver el problema, en lugar de eso se nos hace mas facil criticar (me incluyo a veces,jeje). Pero esta bien bueno este articulo Gabriel, lo comparto 100%.
ResponderEliminarMuchas Gracias!
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