En la semana santa del 2008,
tuve la oportunidad de hacer mi primer 4000 y fue toda una experiencia (en el
mundo del montañismo, hablar de un 4 mil, se refiere a que la montaña tiene más
de 4000 m.s.n.m).
La travesía fue realizada con
Erik y Henry (los mismos del cuento de Puy-Puy) y el cuento de seguro lo tendré
que dividir en distintos momentos, pues fue toda una semana de aventura,
pasando por dos 4mil en medio.
Llegar a la base del Bolívar
nos llevó varios días, saliendo de Caracas a Mérida por bus, subir el
teleférico, pasar un día de aclimatación por encima de los 3000 m.s.n.m. y
dormir en la base del Bolívar (timoncitos), para, al día siguiente, empezar la
dura subida a este icónico pico del país.
Luego de un par de sustos por
piedras sueltas, varios pegues a anclajes naturales o artificiales y una
pequeña escalada a metros de la cima, nos conseguimos con una gran sorpresa (al
menos para mí). Resulta que en el pico Bolívar hay un busto de nuestro
libertador.
Dice la historia que en el
primer ascenso, en 1935 se dejó un pequeño busto de bronce de nuestro
libertador y que el mismo fue reemplazado en 1951 (un 19 de Abril) por uno de
mayor tamaño y de unos 35 kilos. Este último creo que fue el que yo conocí al
llegar a la cima, pues, hasta donde tengo entendido, este busto se bajó en
Diciembre del 2009, se hizo un réplica y esta última fue llevada nuevamente a
la cumbre en el año 2010 para volver a tener a nuestro libertador vigilante
desde el punto más alto de nuestro país (otro 19 de Abril).
Volviendo a la historia, llegamos
a la cima con muy buen clima y con tiempo suficiente como para poder disfrutar de
ella por al menos unos 45 minutos. Algunos hasta tenían señal y tuvieron la
oportunidad de llamar por teléfono desde la cima.
Nuestra celebración fue
bastante planificada, no sabíamos bien como subiríamos, tampoco sabíamos muy
bien a qué nos enfrentábamos pero lo que si era seguro era cómo celebraríamos.
Nos llevamos una botella de un espumante bien hecho en Venezuela, llevamos nuestra
bandera tricolor y al llegar arriba, destapamos esa botella de la forma que no
se debe, es decir, un descorche que asegurara la salida de mucha espuma para
celebrar el momento (de acuerdo a los conocedores de vino y espumantes,
destapar una botella de esta manera hace que el contenido pierda mucho de su
sabor y valor).
Pues así fue, Henry se encargó
del descorche y de las palabras de celebración, yo me encargué de los honores
al Bolívar y Erik de algunas palabras de cierre (que lastimosamente se escuchan
poco). Finalizado lo que quedaba de espumante y la medición oficial de la altura, que a
nosotros nos dio 4976 m.s.n.m., además de asegurar muchas fotos y videos que dejaran en
evidencia que lo habíamos logrado, nos tocó el camino de regreso al campamento
base para ahora celebrar el objetivo en una zona más segura.
Al compartir con mis amigos en el campamento base
lo tostado que estamos, me doy cuenta que haber llegado al punto más alto de
Venezuela fue súper emocionante, pero no fue la mayor recompensa. Lo mejor de
haber llegado al Bolívar no fueron las fotos ni los videos, ni el espumante en
la cima. Lo mejor de esta cumbre fue haberla celebrado con esas personas que
hoy por hoy siguen a mi lado, esas personas que más que amigos considero mis
hermanos.
Foto Tomada en la cumbre del
pico Bolívar en la aventura del 2008, de fondo, nuestra siguiente cumbre, el
Humboldt.
Bueno compadre, gracias por involucrarme en tu y más aún por esas palabras de cierre. Efectivamente fue una proeza dura, pero la recompensa de ver esa majestuosidad y más aún con unos panas que ya son de la familia de verdad no tiene precio!
ResponderEliminarEsta aventura es como repetible no?
EliminarDicen que esos picos hay que conocerlos en dos momentos distintos... En verano y en invierno... Repetible seguro... pero hasta donde recuerdo por allí hay alguien cuadrando una proa! jejeje.
EliminarGracias por el comentario.. Espero que la historia haya gustado
Es asi... Tenemos que reunirnos, conversar y priorizar algunas cosas... Saludos man...
ResponderEliminarExcelente experiencia hermano... un día de estos escribes de la primera vez en Roraraima cuando carajitos....
ResponderEliminarEse es EL CUENTO! lástima que no tengo fotos de ese viaje....
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