La semana pasada tuve la oportunidad de
escaparme a la costa de Aragua. Nos fuimos a Puerto Colombia (Choroní) y
pasamos la semana entera por aquellos lares. Previo al viaje, y sabiendo que
iríamos a la playa todos los días, guardé en mi morral varias bolsas plásticas (de
las que te dan en el mercado) para encargarme de hacer mi acostumbrada
operación limpieza en la playa.
La verdad es que la playa, aparentemente no se
veía tan sucia, sin embargo fue bastante fácil llenar 4 bolsas de basura en
sólo 3 días, limpiando la zona alrededor de donde nos instalábamos o de camino
a comprar tostones y/o empanadas. No fue para mí una sorpresa que fuese tan
fácil llenar estas bolsas, pero esta vez si me sorprendió un poco las
reacciones de las personas que estaban en la playa y que vieron la labor que
realizaba. Es de estas reacciones que hoy quiero hablarles.
·
Reacción pobre pana: En algunos casos, la gente que veía
que recogía basura, te hacía llegar un mensaje sólo con su mirada, que decía
algo como: este pana, con tan buena intención de limpiar pero no se da cuenta
que no va a poder limpiar toda la playa. Ante este mensaje, siempre doy este
ejemplo: las acciones que realizo en pro del ambiente, puede que no logren
cambiar el mundo, pero definitivamente estas acciones si logran cambiar mi
mundo interior (pues siento que mi aporte existe y me siento feliz de poder
realizarlo)
·
Reacción felicidades pana: En una ocasión, luego de llenar una
de las bolsas y ponerla al lado de mis silla para llevármela luego, pasó por mi
lado un panita y me dijo algo como: Felicitaciones pana, eso que has estado
haciendo no lo hace cualquiera, que bueno que exista gente como tú. La verdad
es que el apoyo moral es bueno, sobre todo cuando ese apoyo moral, ayuda a
fortalecer una idea que estás convencido a seguir pero que a veces cuesta, sin
embargo, no vi que este pana, luego de felicitarme, tomara una bolsa e hiciera
algo parecido (espero que al menos se haya llevado la basura que él generó)
·
Reacción pana te puedes encargar de
esto?: En una
oportunidad un cuasi vecino, que había acumulado la basura que generó en varias
bolsas de chucherías, me pidió que en mi bolsa, él pudiese colocar sus
desechos. Sonreí y abrí mi bolsa esperando a que él la llenara parcialmente. Me
dio las gracias y yo seguí en lo mío. Es posible pensar que si yo me encargo de
mi basura por qué este cómodo no se encarga de la suya? Prefiero pensar de otra
forma: menos mal que me la dio a mí y no la dejó ahí mismo en donde estaba
acumulada
·
Reacción yo también puedo ayudar: A pesar que es de las mejores
reacciones que puedo esperar, es la que menos se produce. En este caso, una
señora, que fumaba, al verme recoger incluso las colillas de cigarros dejados
en la playa, decidió ponerse a recoger los que ella había tirado y las que
consiguió a su alrededor, utilizando una lata como contenedor. A ella le di las
gracias por ayudarme y se sonrojó, tal vez una tanto apenada.
Lo cierto es que en cualquiera de los casos,
las reacciones de los otros ante lo que es tu acción, siempre podrá influenciar
un cambio (o no) en otros, pero más importante es tener presente que también
pueden influenciar un cambio en ti y eso también es importante cuidarlo. Si le
hubiese prestado mucha atención a la reacción “pobre pana”, es posible que en
el corto plazo me hubiese cansado de recoger basura. Si le hubiese prestado
mucha atención a la reacción “felicidades pana” tal vez hubiese sentido que lo
que hice fue suficiente y mi yo interior pensaba distinto. Si le hubiese
prestado mucha atención a la reacción pana te puedes encargar de esto”, hubiese
podido reaccionar de manera negativa y decirle: No, encárgate tú de tu basura,
haciendo que pudiese terminar en una molestia innecesaria para ambos y en una
basura abandonada en la playa. Si le hubiese prestado mucha atención a la
reacción “yo también puedo ayudar”, tal vez hubiese descargado la
responsabilidad en el otro y es justo por descargarla en el otro que las playas
están como están.
Es por todo lo anterior que te recuerdo algunas
cosas que me parecen importantes:
1. Siempre que vayas a la naturaleza,
llévate una o varias bolsas plásticas y encárgate de colocar en ellas la basura
que generas tú y si puedes, tráete un poco de la que dejaron los otros, es
decir, deja el lugar mejor de lo que lo conseguiste.
2. Una vez que llenes las bolsas, no
las coloques en la cesta de basura que está a donde fuiste. No sabemos cada
cuanto recogen la basura en ese sitio, así que lo mejor es que te devuelvas con
estas bolsas a tu casa y las botes en el pipote de basura que sabes que el aseo
si recogerá.
3. Siempre recuerda a Miguel Angel
Landa y haz el bien sin mirar a quién. Puede que afectes positivamente a los otros,
lo que siempre será bueno, pero no dejes que ellos te influencien negativamente
a ti. Toma lo bueno de su influencia (si existe) y descarta lo malo. No
permitas que por recoger la basura de otros te contamines tu con ella.
Espero que así como influencié positivamente a una
persona en la playa, hoy también lo logre contigo y de aquí en adelante cuando
vayas a la naturaleza no olvides la bolsa de la que te habló Kimo y la uses
para retornar tu basura y un poquito más.
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