lunes, 1 de octubre de 2012

Son de Caracas, las colas que no me gustan



Algunos de mis lectores me han dicho que les gusta el blog porque les ha permitido con él viajar por Venezuela, otros me dicen que les gusta porque les permite imaginarse mis aventuras. La verdad es que ambas cosas son parte de las cosas que me gustan del blog, pero me queda la duda de si a mis lectores les logro mover la fibra de la curiosidad  que les permita, o ir a conocer nuevos escenarios de este bello país o vivir una aventura dentro del mismo.

El término aventura ya lo hemos tocado en varios de mis cuentos, y a veces creemos que hay que montarse un morral, agarrar un avión y “pasar roncha” para vivir una aventura, cuando, por el contrario, las aventuras están a la vuelta de la esquina esperando que sea nuestra actitud para vivirla de esta manera lo que convierte cualquier momento de nuestra vida en algo que califiquemos de aventura y que automáticamente nos convierte a nosotros en aventureros. Y como reza el viejo dicho, para muestra un botón, aquí les dejo esta historia…

Muchos de mis conocidos saben que año a año hago lo posible por ir a dos festivales de videos de deportes extremos, uno es el festival Ascenso, y el otro es el festival Banff. El día de Jueves de la semana pasada empezaba este último y llegar al auditorio en donde se realiza este evento, fue toda una odisea.

Primer problema, Las entradas: Como me gusta ser precavido normalmente compro mis entradas antes del día del festival y normalmente hay ciertas tiendas en la ciudad de Caracas que las venden, pues llamé a esta cadena de tiendas y aún no las tenían, ouch!. Como no quería dejar de tener mis entradas, y aprovechando que ando en una de planificar un viaje con Akanan, les pregunté a ellos si las vendían y BINGO! Ellos si tenían las entradas, así que fui hasta su cuartel general para terminar de arreglar detalles de mi viaje y comprar las entradas.

Al llegar a Akanan, como por obra de Murphy, el punto de venta se había dañado. Gentilmente la me dijeron que no me preocupara que apenas el punto de venta lo acomodaran, me llamarían. Como no podía resolver en efectivo lo de mi viaje, pues al menos las entradas de seguro si podría, y al abrir la cartera, sólo tenía 200 bolos, justo lo que se necesitaba para comprar 2 entradas, y yo quería 6. En casa me enseñaron que hay que arroparse hasta donde llega la cobija, así que compré dos entradas para el primer día del festival y resolví mi primer escollo.

Segundo problema, La hora de salida: El día del festival fue particularmente rudo en el trabajo, pero el trato era que debíamos salir a las 6:00pm de la oficina (ubicada a la altura de plaza Venezuela) para llegar a las 7:30pm al festival (ubicado en los cortijos). Lastimosamente la hora de salida se vio afectada por reuniones que se extendieron hasta las 6:10 y ascensores que no funcionaban bien, haciendo que retrasáramos nuestra salida hasta las 6:30pm. Ahora la pregunta de las mil lochas: Qué ruta tomamos para lograr darle la vuelta a Caracas en menos de una hora?

Tercer problema, La cola: Al salir del estacionamiento revisamos la Avenida Libertador y estaba como siempre está a las 6:30pm… tráfico parejo, así que decidimos subir hasta la cota mil para bajar por Sebucán, así que tomamos la ruta hacia la cota y todo iba bien hasta que pasamos la salida de Chacao en donde todo colapsó y pasamos de un avance de 80Km/h a Cero!. (Hora: 6:50pm)

Hora de cambiar la ruta, en la próxima que puedas nos salimos e la cota, me dijo Gerald, y así fue, bajamos por Altamira. El cambio de ruta parecía fructífero pues llegamos relativamente rápido a la Francisco de Miranda, pero al tomarla, justo frente al Parque del Este la cosa volvió a convertirse en estacionamiento. (Hora 7:15pm). 

No podíamos ver a ciencia cierta qué nos tenía detenidos pero suponíamos que era el semáforo que está a la altura del Centro Comercial Milenium, al llegar allí nos dimos cuenta que la cola seguía igual de ruda y que definitivamente había algo más adelante. Y así fue, al llegar a ese semáforo, había un grupo de gente haciendo campaña electoral y con ello haciendo más difícil el paso por esta zona (Hora 7:45pm). Una vez dejado este problema detrás, pudimos avanzar rápido desde allí hasta el estacionamiento y luego agarrar el transporte del estacionamiento al festival al que terminamos llegando a las 8:05 pm.

La grata sorpresa fue que aunque el evento estaba citado para empezar a las 7:30pm, era a las 8:00 pm que empezaba y pues no nos perdimos ni medio minuto del festival, el cual disfrutamos al máximo.

Y así fue como logramos llegar al festival de videos, haciendo de esta ruta y su historia toda una aventura. No me pregunten como hicimos el segundo día del festival que fue viernes, quincena y para rematar, llovió en Caracas jejeje



Tal vez no sea la mejor de mis aventuras, sin embargo con ella quiero transmitirles lo siguiente: la cola diaria no va a cambiar, es más, debemos estar conscientes que el que haya más o menos cola no es algo que nosotros podamos controlar. Sin embargo, si logramos inyectarle a este momento una pizca de humor, la música que más nos gusta, un audio libro del tema del que queremos aprender o alguno de esos juegos que de niños jugaban con sus padres en los viajes largos de una ciudad a otra (adivinanzas, canciones, etc), les puedo asegurar que, aunque no se convierta en una aventura, de seguro lograrán convertirlo en un momento más agradable. 

La vida es eso que pasa mientras la llenamos de momentos, recuerdos y vivencias, que sean agradables o desagradables depende más de nuestra actitud que de la suerte o el destino. 

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